¿Las relaciones swinger destruyen o fortalecen a las parejas?

El mundo swinger destruye o fortalece

Parejas Jenga: Las relaciones swinger contraproducentes

  • El mundo swinger puede fortalecer a la pareja
  • Cuando todo sale mal en las relaciones sw
  • ¿Ser swinger pondrá en peligro mi relación?
  • ¿Es peligroso probar el swinging?

Las relaciones swinger y por qué algunas veces las cosas no salen como esperábamos

Algunas veces las cosas no son lo que esperábamos. No hay remedio, la vida se juega en prueba y error y no hay más. Mi clóset, pletórico de  variantes de equipo deportivo, da testimonio de ello. Nos sucede con las aficiones que se desgastan luego del tercer intento, con los restaurantes que se veían bien en Instagram pero con hamburguesas que saben a plástico burbuja y claro con las relaciones humanas. Aunque Hollywood se esmere en persuadirnos de lo contrario, las relaciones acaban porque sí, por incompatibilidad, por hastío, por derroche, porque sí. Así que tampoco habría que prestarle mucho oído a ese discurso fabulero que nos advierte contra pecar de lujuria so pena de perder lo que más amamos. Este artículo, obviamente, no habla de ello. Sin embargo, después de veinte años de hacer apología del estilo de vida swinger, me he ganado el derecho de hablar de aquellas relaciones de pareja cuyo apocalipsis sí se vincula directamente con estar en el lifestyle: de las parejas Jenga.

La vida swinger y la vida doméstica

Este deporte que llamamos lifestyle, como muchos otros, no está exento de complicaciones. Una de ellas, la necesidad de manejar simultáneamente dos entornos distintos. Por una parte, gozamos la vida pachanguera de los adolescentes y los rockstars: fiestas, libertad sexual, alcohol y, en general, sentidos que estallan frente a la certeza de estar abrevando de una fuente que no es para todos. Por el otro lado, vivimos atados a la pedestre realidad cotidiana con sus colegiaturas, tráfico, sopa de pasta, y dos rentas por adelantado. Para muchos de nosotros, lo primero en una bocanada de aire que nos ayuda a mantener los pies firmes sobre lo segundo. Para otros, lo segundo paulatinamente pierde sentido.  ¿Y cómo culparlos? Si la adrenalina del playroom es tan seductora, ¿por qué no embarrarla en el burdo horario de oficina para hacer de todo el mundo un mundo feliz?

Hemos visto desfilar por el ambiente a cualquier cantidad de parejas que, absortos en la novedad, se desconectan de la vida matrimonial en su sentido más básico, que a la vez es el más profundo. En varias ocasiones, cuando tenemos que explicar a algún entrevistador vainilla cómo hacemos para no enamorarnos de otras personas con las que compartimos cama, nuestros argumentos giran en torno al poder de la cotidianidad. Nuestra relación es, claro, lo que hacemos los sábados en clubes, pero es, fundamentalmente, lo que construimos en casa todos los demás días de la semana. Es la sección doméstica y pragmática de nuestra vida de pareja la que fundamenta la libertad con la que nos zambullimos de lleno en el mundo de las orgías y el sexo en grupo. El lado A sostiene al lado B y el lado B alimenta al lado A.  El ying y el yang de follar con otros, si se me permite.

Demasiado peso sobre la pareja

¿Qué pasa entonces cuando no se fortalecen los músculos de la pareja? Los swingers aprenden muchas herramientas que pueden utilizar con cierta pericia para navegar las vicisitudes del día a día. Sin embargo, no siempre lo hacen. Los caramelos que trae consigo el ambiente pueden ser demasiado seductores, o tal vez, demasiado fuertes para algunos quienes olvidan que lo importante es su relación con la persona que aman.  Ninguna pareja es perfecta, pero las parejas más exitosas en el medio sw son aquellas que primero resuelven sus problemas y luego exploran otros límites. Lo contrario de esto es como jugar al Jenga quitando piezas de la base para añadir cada vez más peso a la superficie.

A veces, me da la impresión de que esas parejas piensan que mientras se diviertan, o peor aún, mientras más se les reconozca su estatus sw, todo lo demás, es lo de menos. Ahí, sin duda, hay un peligro. Si cada semana hay otro nivel que conquistar o una nueva manera de demostrar el nivel de open-mindedness y esa pareja que se atreve a tanto, no se atreve a pausar el camino de vez en cuando para preguntarse si lo que hacen y cómo lo hacen es bueno para ambos, se está constantemente debilitando los cimientos al tiempo que se aumenta la carga. Si se ignoran los asuntos triviales de la convivencia para dar foco a las grandes aventuras sexuales, se van dejando huecos cada vez más significativos. Y, claro, como ocurre en el Jenga, en cualquier momento, la estructura se colapsa.

Entonces, ¿ser swinger pondrá en riesgo mi relación?

No. Realmente, no. Lo que pone en peligro a cualquier matrimonio es perder de vista que nuestras acciones y decisiones nos afectan a los dos. Frecuentemente se dice que el swinging es sólo para las parejas sólidas que están en sus mejores etapas. Hay mucho de verdad en eso, aunque tal vez se trate de una simplificación tramposa. Muchas parejas que no están tan bien, al entrar al medio encuentran las respuestas que buscaban y se renuevan con más entusiasmo. Aprenden nuevas estrategias. Se reencuentran. Vuelven a descubrir las cosas que los ayudan a hacer felices al otro. Pero la constante es que, aunque no estén en su mejor momento, parten de una base sólida para ambos y poseen los recursos emocionales para comunicarse o para aprender a hacerlo. Se mantienen firmes en sus prioridades. Primero, el bienestar de su pareja, después todo lo demás. Los problemas, cuando se atienden, se pueden resolver.

¿El mundo swinger destruye o fortalece?

Es verdad que las relaciones de pareja se destruyen dentro y fuera del ambiente swinger. La diferencia está en la velocidad de reacción. Si las parejas tradicionales transitan por la carretera conyugal a ochenta kilómetros por hora, muchos swingers vamos a  ciento cincuenta y otros, bastante más rápido. A esa velocidad, esquivar un bache requiere de mayor pericia. Hay quien la tiene, hay quien no. Por eso el consejo que repetimos siempre a quienes quieren probar este estilo de vida tiene que ver con la velocidad. Vayan al paso del más lento de los dos. También habría que añadir deténganse cuando haya que hacerlo sin ignorar a los foquitos que se encienden en el tablero del auto.

Esto de swinguear nunca fue ni carrera ni concurso, es un recorrido fantástico sin metas ni objetivos.

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About the Author: Diego el de Mariana

Diego y Mariana son una pareja swinger mexicana aficionada a contar sus historias y a compartir sus aventuras en el estilo de vida sw. Los autores detrás de "Jardín de Adultos", "¡Mariana no da consejos!", "Breve Manual para Swingers" y otros muchos proyectos dirigidos a dar información sobre el ambiente liberal y a fomentar una cultura de diversidad, sexo positivo, y educación responsable.

4 Comments

  1. Hola. Soy una mujer argentina, casada, con mi marido somos swingers aunque de un tipo no convencional (sí, aunque parezca contradictorio, hay un sw no convencional) en el que yo participo con parejas, hombres solos o con la esposa de otro hombre y mi marido solo me acompaña. Nos gusta así porque somos una pareja femdom y el juego tiene que ver con mi adulterio (consentido) y la supuesta humillacion de el. Yendo al tema que plantean, hemos conocido parejas que se han fortalecido, pocas pero las hay, y muchas que se han destruido. Es que realmente no eran “verdaderas parejas” sino parejas en donde ella iba casi por obligacion porque el las llevaba a cambio de mantenerla (a ella). Conocimso muchos casos asi…hasta que ella se hartaba y lo dejaba.
    PD: me llevo la direccion de su blog y si les interesan nuestros testimonios y nuestro estilo de vida, les pasaremos el nuestro
    gracias
    Roxy

    1. Hola ..mi “pareja” al que conocí a través de una Red social me confesó al mes que era swinger y que le iba el porno altamente duro. Es decir no sólo compartir sino además azotar con consentimiento además de muchísimas cosas que había hecho con sus anteriores ex. El jamás se va con una mujer le encanta humillar a su pareja y además le pone que está se vaya con otros hombresdw clubes y de fines de semana y que después le cuenten como habian follado con ellos. Esto no lo he entendido jamás el dolor de eso le provoca el climax total y sino es así te folla horas y horas imaginándome con otros..y así durante dos días seguidos
      Me enamoré de una persona y él de mi y hasta ahora no me ha obligado pero ya me ha dado el ultimátum o.lo hago o me deja …además por un beso que me dio un amigo mío me dice que soy una mentirosa y me deja por largas temporadas sola..otra cosa que nunca ha hecho es presentarme a su familia ni a sus amigos de toda la vida ..me ha dicho que yo debo demostrar antes que soy de fiar provocándome ansiedad
      En cuanto al dinero ese no es problema .què le llevo a ser así le pregunté? Me dijo que un día una de la que se había enamorado le metió en ese mundo y le apasiona todo lo sado..el siempre es el amo y las demás han obedecido .El siempre ha dejado a las otras no al revés…

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