Reglas swinger vs Realidades de las relaciones swinger

¿Cuáles son las reglas que hay que seguir en el mundo swinger? Cualquier persona en el lifestyle  responderá, casi de manera automática, “No es no y no  se pregunta por qué”. Todos la aprendimos como la primera de las reglas swinger y claro que no está mal, pero en la tercera década del milenio, como que ya estamos listos para algo más ¿o no?

Reglas swinger

Más allá de reglas swinger, realidades necesarias para una pareja sw

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No es no

Defender el derecho a la negativa era, indudablemente, innovador y transgresor en las décadas de los ochenta y noventa. En esa época, se decía que las mujeres decentes se hacían del rogar. “Date al deseo…” aconsejaba mi abuela a todas mis primas. A los machitos alfa se nos recordaba que aceptar un no por respuesta era un signo de debilidad. Y encima de eso, ya en la frontera con el siglo XXI, un horripilante cantante guatemalteco tenía la ocurrencia de pedir burdamente a su  pretendida que le dijera que no para dejarlo con las ganas.

Hoy, cualquier persona medianamente sensata, swinger o no, sabe que las palabras “no”  y “sí” no admiten subtextos. Vivimos en un mundo en el que el consentimiento se volvió el protagonista de innumerables páginas de noticias, ensayos, leyes, y protestas públicas. Seguir repitiendo  “No means no” no es anacrónico (aún hay quien no lo entiende) pero definitivamente ya no tiene nada ni de nuevo, ni mucho menos de exclusivamente swinger.

¿Qué podemos aportar ahora? O mejor, ¿qué podemos aprender como comunidad de estas nuevas generaciones tan sabias en materia de libertad y agencia sexual?

6 conceptos con C para una vida swinger

Más que hablar de reglas, idea que también, sospecho, empieza a estar pasada de moda. Proponemos 6 realidades que deben estar presentes en todo encuentro swinger. Éstas, las hemos ido recopilando con el tiempo, así que es posible que, navegando por la red, te hayas encontrado versiones con menos puntos. Incluso en nuestro libro, hay un ensayo sobre este mismo tema. Considere el lector, éste artículo como la más reciente revisión (hasta que hagamos otra)

Mejor que reglas, realidades necesarias para cualquier relación sw

Comunicación

Todo comienza y todo termina con la capacidad que tenemos para expresar con claridad nuestros deseos, necesidades y límites. También, para escuchar y respetar los de los demás. Una pareja swinger exitosa, puede hablar con franqueza de sus temores o anhelos y ha desarrollado mecanismos para mantener abiertos los canales de comunicación en circunstancias de seguridad y empatía.

Esta capacidad debe ir más allá de la pareja y extenderse a todas las personas involucradas en el juego. La claridad y la sinceridad, cuando se tratan con la intención de comprender a los demás, no tienen porque ser descorteces. Al contrario, facilitan una dinámica social mucho más libre ya que nadie teme que sus límites sean vulnerados.

Confianza

Confianza es la certeza de que los acuerdos van a ser respetados y de que la persona con la que comparto mi aventura swinger está siempre pendiente de mi bienestar. Obviamente, estar tan seguros de ello, trae consigo la necesidad de retribuir con la misma moneda. El viaje de los swingers es un viaje en pareja que sólo puede realizarse sabiendo que no tengo nada que temer porque, para la otra persona, yo soy la prioridad.

Calma

En otras ocasiones hemos hablado del “síndrome de la última oportunidad”, una especie de prisa que padecen los swingers principiantes y que se presenta más bien en hombres. El sujeto en cuestión se encuentra de pronto en un escenario con muchas más posibilidades eróticas que en  cualquier cosa que haya vivido antes. Tal vez, recibe los coqueteos de una chica a la que considera muy por encima de su liga. Tal vez, mira a su pareja con un impulso sexual muy distinto al habitual. O tal vez, no puede creer que se encuentra rodeado de tantos estímulos visuales. Como se trata de una situación tan nueva, es normal creer que nunca más se va a repetir y que por lo tanto hay que aprovecharse de cada circunstancia. La palabra clave aquí es “aprovecharse”.

Abordar un momento swinger desde la prisa, nunca deja nada bueno. Suele provocar un descontrol incómodo para los demás, presiones absurdas y, finalmente, la frustración de que nada salió como se esperaba. En cambio, cuando comenzamos a comprender que situaciones similares se repetirán constantemente en el ambiente swinger, es mucho más fácil dejarse llevar, recibir las cosas buenas que la vida tiene para ofrecernos, y disfrutar de la noche sin perder el objetivo principal: pasarla bien.

Complicidad

Se trata del compromiso que hacemos con nuestra pareja, más allá de las palabras. Esta habilidad que tenemos de hacer equipo con un fin en común: disfrutarnos. Algunas veces vemos en fiestas a parejas que evidentemente tienen agendas diferentes entre ellos. Nada enrarece más el aire que una mujer escondiéndose del marido o un marido pidiendo apoyo para convencer a su mujer. Las parejas swinger más aceptadas en el medio son las que claramente están en la misma página.

Es mucho mejor, cuando esa complicidad se comparte también con las otras parejas. En esos casos, la sensualidad y la emoción se desbordan. Todos son felices y las historias se recuerdan por siempre. Por desear momentos como esos es que nos volvemos swingers. Lamentablemente, no siempre sucede así; es lo ideal, pero no indispensable. Indispensable es la complicidad irrefutable con nuestra propia pareja y mientras la mantengamos, navegar este ambiente será de lo más placentero.

Consentimiento

Parecería que está por demás recordar que toda actividad sexual requiere consentimiento de todas las partes involucradas, pero habría que reflexionar también sobre algunos matices que van más allá de “no es no”.

El consentimiento tiene que ser libre y expreso. No se puede consentir desde la presión o el chantaje, por ejemplo. Tampoco es consentimiento si alguien no dijo que no, pero tampoco dio ninguna señal clara e irrefutable de querer participar. Discusiones aparte respecto a si se rompe o no el mood cuando se pide permiso (por cierto, no se rompe), habría que ser constantemente sensible a los diferentes niveles de comodidad que tiene cada persona. No se vale partir del principio de que: “a eso vinieron” o “si no le gusta hubiera dicho”.

En el mundo swinger real, frecuentemente se da por hecho que algunas aproximaciones son siempre bien recibidas y nada está más lejos de la realidad. Por ejemplo, cuando una mujer toca a otra. Ni todas a todas las mujeres swinger les gustan otras mujeres, ni aquellas a quienes sí, les gustan todas o están siempre deseosas de esa clase de contacto.

Los clubes y las fiestas son espacios de coqueteo en los que es posible un tipo de cercanía que en entornos vainilla serían impensables, pero no hay que exagerar. Pidamos siempre autorización, en la medida de lo posible con las palabras, y si de plano no se puede, con la mirada y el cuerpo. Por otro lado, estemos también atentos al lenguaje corporal y gestual de la persona que recibe nuestros intentos.

Compersión

La palabra la inventó la comunidad poliamorosa y se aplica a muchas experiencias no sexuales. Compersión es la capacidad que tenemos de de disfrutar el placer de la persona a la que amamos, de alegrarnos con la felicidad del otro. El mundo sw requiere mucho de esto, porque solo con compersión podemos manejar emociones negativas que podrían cruzarse en nuestro camino. El concepto, se relaciona con ideas profundas sobre el amor que van más allá de juicios románticos, habla del desinterés y de la generosidad reales.

Hablando de sexo, la compersión toca fibras muy antiguas de nuestra psique y nos ayuda a elevar nuestros sentidos y experimentar éxtasis muy profundos. Por su puesto, el ejemplo claro es la  excitación que siento cuando la persona que amo está disfrutando con alguien más. Pero también funciona cuando mi placer está orientado a su gozo. Me emociona ser yo quien haga estallar a esa persona. De igual manera, me emociona cuando es alguien más. El punto no es con quién disfruta, sino que disfrute, y que yo pueda ser cómplice de ello.

Muchas parejas swinger, aseguran tener una vida matrimonial mucho más plena que la de sus contrapartes vainilla. Hay algo de cierto en esta sensación, porque en la medida en la que una pareja vive y comprende estos principios, puede aplicarlos a su vida cotidiana y enriquecerla mucho. O viceversa, si se prefiere.

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About the Author: Diego el de Mariana

Diego y Mariana son una pareja swinger mexicana aficionada a contar sus historias y a compartir sus aventuras en el estilo de vida sw. Los autores detrás de "Jardín de Adultos", "¡Mariana no da consejos!", "Breve Manual para Swingers" y otros muchos proyectos dirigidos a dar información sobre el ambiente liberal y a fomentar una cultura de diversidad, sexo positivo, y educación responsable.

3 Comments

  1. Hola , a mi esposa le gustaba el trío con un amigo cubano,pero murió de cáncer y lo hemos intentado con otros chicos pero ya no quiere saber nada del ambiente.
    Que me recomiendas para que acceda nuevamente?

  2. Hola.. Muy buenos temas pra parejas q vamos iniciando.. Puntos miy claros q hayq entender en esta vida…. Amor es la prioridad ala pareja. Y el sexo es el placer en pareja…

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