El sillón swinger de la pareja guapa

Relatos de nuestros encuentros swinger

diseño con dos parejas desnudas
Diseño: designSimple.com

Tenemos que cambiar los muebles de la sala. No puede ser que después de tanta vida sexual tan activa no tengamos un sillón más apropiado para invitar a otras parejas a jugar. Pienso en algo que se transforme, que se divida en dos, o en tres,  que se eleve o descienda según sea necesario, que oscile, igual y también que vibre. No sé, pero quiero un sillón que cuando entren un par de visitantes en mi casa lo primero que piensen sea: “Es hora de quitarse la ropa.”  Hacia allá empezó a volar mi cabeza cuando entramos en los territorios de una pareja guapa con la que fuimos a cenar el viernes antes de salir de vacaciones.

                Nos contactaron por SDC. Dice Mariana que cuando nos preparábamos para salir a conocerlos sintió una emoción rara que no había sentido.  Esperábamos mucho de una noche que superó por mucho más las expectativas. Quedamos de verlos en un restaurante de la calle de Durango, famoso por ser medio snob, pero como tampoco lo conocíamos valía la pena intentarlo. La botella de vino se fue como el agua y la conversación no podía ser más empática. La pareja guapa era, además inteligente, bien viajada y sensible. La cocina mexico-francesa estaba rica, aunque en las descripciones de restaurantes debería haber un rubro que dijera cuál es el espacio entre las mesas. No es que es que estuvieran incómodamente pegadas, pero cuatro personas aderezadas con vino y cocteles, hablando de las peculiaridades de los clubs swinger de México y el mundo, tal vez, resulte un tanto incómodo para los otros comensales. El punto es que nosotros la pasamos de lo más bien.
                Dijeron que tenían un libro raro para mostrarnos en su casa. Nosotros nos acordamos inmediatamente de los anuncios de “mucho ojo”, y por supuesto, nos dejamos secuestrar por este par de extraños tan familiares. Contra pronóstico, el libro existía. Su casa estaba cerca y en cuanto abrieron la puerta nos sentimos más cómodos de lo que ya estábamos. Un librero enorme nos dio la bienvenida con una colección variopinta de libros películas y discos. Lo primero que me llamó la atención fue la colección en DVD de los Thunder Cats. ¿Dónde estaban estos tipos hace miles de años cuando nosotros empezábamos a swinguear?
                Frente al librero, un sillón que más parecía una cama, en el que nos acomodamos los cuatro cómodamente a ver el dicho libro de ilustración erótica, me puso a pensar en la necesidad de redecorar nuestro pequeño departamento.  Luego, la cercanía con la guapa me hizo olvidarme de toda necesidad de pensar. A Mariana le habrá ocurrido lo mismo porque se le acurrucó al guapo y pasamos una por una las perversas filias dibujadas en las páginas del libro.  Guapa y guapo nos platicaron lo que habían hecho del catálogo. Y a medida que más botellas de vino se vaciaban, la ropa y el libro dejaron de ser importantes. Lo prioritario era, ahora, los cuerpos de nosotros que se sentían cómodos en la compañía de los recién descubiertos, y el sillón swinger que nos escoltó el resto de la noche por el camino de un juego que nos dejó con dulce sabor de boca.

                

You May Also Like

About the Author: Diego V

Diego y Mariana son una pareja swinger mexicana aficionada a contar sus historias y a compartir sus aventuras en el estilo de vida sw. Los autores detrás de "Jardín de Adultos", "¡Mariana no da consejos!", "Breve Manual para Swingers" y otros muchos proyectos dirigidos a dar información sobre el ambiente liberal y a fomentar una cultura de diversidad, sexo positivo, y educación responsable.

0 Comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Recommended
Relatos de nuestra vida swingerAventuras de playroomAlgo hicimos bien en…