Errores frecuentes entre los swingers

  • ¿Cuáles son los errores más comunes en las experiencias sw?
  • No todas las equivocaciones frecuentes son de novatos
  • ¿Cómo evitar riesgos en el mundo swinger?
  • Errar es humano, swinguear es más humano

Errores frecuentes entre los swingers

Relaciones Swinger: Errores frecuentes

El riesgo de cometer los errores más comunes de las parejas swinger

Al mejor cazador… decía mi abuela. Nadie se salva de meter la pata de vez en cuando y, aunque pocas cosas en la vida pueden tener un desenlace más feliz que una aventura libertina, el riesgo de meter la pata siempre está presente. ¿Qué equivocaciones pueden cometer los swingers? Como en toda lista o despensa de consejos, es probable que hayamos olvidado mencionar alguna forma en la que una pareja sw con o sin experiencia, pueda dar un paso en falso y obtener resultados distintos a los esperados. Pero creemos que saber al menos cuáles son las causas más comunes del error puede ayudarnos a estar alerta para evitarlo. Este artículo será útil si sirve a las parejas para abrir conversación y llegar a acuerdos que les permitan evitar algunos de los errores frecuentes. Después de todo, el mundo swinger es todo sobre comunicación.

     Hay que tener, de todas formas, en cuenta que las equivocaciones son parte de la vida y que siempre y cuando no nos pongamos a nosotros mismos o a nuestra pareja en peligro todo está bien y una mala experiencia no pasará de ser un buen aprendizaje. Se vive, se crece, se intercambian parejas, y se aprende ¿no? Se puede, sin embargo, evitar algunos malos tragos siguiendo líneas básicas de sentido común. Hemos observado estos errores más comunes en el mundo swinger, pero si piensan que hay más, no duden en compartirlos en la sección de comentarios.

Las equivocaciones más comunes de las parejas sw:

  • No establecer límites claros antes de salir de casa

     Como decíamos, el mundo sw se trata de comunicación y de acuerdos. Suele ocurrir que lo que lo que para uno es obvio para el otro no lo es. Eviten confusiones siendo claros sobre aquello que están dispuestos a probar y aquellos límites que no están dispuestos a transgredir. Las parejas principiantes pueden incluso hacer contratos escritos o listas de cotejo y revisarlos cada vez que una nueva aventura se aproxima.

  • Ser poco asertivos en nuestra comunicación o no atrevernos a decir “no” con claridad

     Todo el mundo dice que la regla de oro en el swing es “No significa no, sin presiones ni preguntas”, pero asegurarlo es mucho más fácil que llevarlo a cabo. Quizá por nuestras condiciones culturales, pero a la muchos nos parece grosero decir que no y, frecuentemente nos encontramos en situaciones incómodas de las que nos cuesta trabajo safarnos. 

  • Hacer cosas sólo por darle gusto a alguien o para evitar que otros se sientan mal

     Este punto está muy vinculado al anterior, y es sorprendente la cantidad de veces que hemos escuchado historias con este tema. No se trata solo de poder comunicar nuestros límites y deseos de una manera clara, también debemos ser capaces de evaluar nuestras propias emociones. Es muy importante adueñarnos de nuestra voluntad y ser capaces tanto de externar tanto lo que sí queremos como lo que no queremos. El respeto ocurre en tres frentes distintos e igualmente significativos: 

  • Respeto a mi propia voluntad
  • Respeto a la voluntad de mi pareja
  • Respeto a la voluntad del otro
  • Privilegiar cualquier cosa sobre la tranquilidad y el bienestar de nuestra pareja.

     El mundo swinger nos da oportunidades ideales para caminar junto a nuestra pareja en un mundo para descubrir. Entre las grandes ventajas está que mientras avanzamos por terrenos desconocidos sabemos que contamos con la persona a la que más queremos y en la que más confiamos. Nuestra pareja se encuentra en la misma situación. Por tal motivo es vital honrar esa confianza. Puede ser que nos veamos envueltos en situaciones muy seductoras y que la emoción nos haga creer que estamos frente a una oportunidad única e irrepetible. Sobre todo, en esos casos, hay que recordar siempre que nada (ni nuestro placer, ni las otras parejas, ni el dinero invertido) pueden ser más importantes que la tranquilidad y bienestar de nuestra pareja. 

  • No estar al pendiente de las necesidades de nuestra pareja, provocando que esta se sienta desatendida o ignorada.

     Una fuente muy común de conflicto es cuando una de los dos partes se siente ignorada. En algunas ocasiones uno de los dos miembros resulta muy compatible con otra persona y entonces estalla una suerte de idilio. Eso es fantástico y cuando ocurre hay que disfrutarlo. Sin embargo, es importante no dejar que nuestro arrobo adolescente nos prive del objetivo principal de nuestra aventura: Que los dos la pasen bien y que el sexo con otras parejas los acerque más el uno al otro. Tomarse de la mano mientras follan con otros, hacer contacto visual o compartir sonrisas son gestos claves que los ayudarán a mantenerse cómplices durante todo su viaje. Cada pareja sabe qué tanto necesitan hacerlo, pero es de las cosas de las que vale la pena hablar con anticipación.

  • Tener con otras personas atenciones que normalmente no tenemos con nuestra propia pareja.

     A todos nos pasa en mayor o menor medida, pero a la persona a la que tenemos en casa la damos por sentada y asumimos que nos quiere como somos. Por otro lado, y en medio de la emoción del ligue o abstraídos por el deseo erótico de la novedad, nos lucimos con lo mejor de nuestro repertorio. Eso puede producir que nuestra propia pareja se sienta menospreciada y que nuestra noche de lujuria no termine nada bien. En términos generales creo que la regla es: si no lo hago con mi pareja, entonces no lo hago con nadie más. La regla, claro, tiene todas las excepciones del mundo, pero en ese caso hay que hablarlos. Tenemos un artículo que habla del lado contrario y que pretende demostrar que también podemos ser comprensivos con el comportamiento de nuestra pareja frente a situaciones nuevas. Si lo quieren leer, está aquí.

  • Revelar información de otros o hablar mal de otras personas

     El ambiente swinger no está exento de algunas de las nefastas dinámicas sociales presentes en todo tipo de sociedades. También se da, aunque en menor medida, que haya grupos que se pelean con otros, que haya gente que habla mal de los demás y que algunos comuniquen lo que no tienen derecho a comunicar. Cualquiera que haya estado en una secundaria, sabrá que nada bueno puede surgir de estas prácticas. Aunque la tentación sea mucha, es importante no caer en provocaciones y ser tan discretos con lo que sabemos de los demás como nos gustaría que los demás fueran con nuestra información. Involucrarse en prácticas swinger y en sexo consensuado con otras parejas involucra un pacto de confianza que debe ser honrado a cabalidad.

  • Hacer escenas en público

     El lifestyle puede, de pronto, ponerse muy emocional. Las cargas eróticas fuertes, suelen estar un poco peleadas con la racionalidad. Si a la fórmula le sumamos el alcohol, es natural que caminemos por senderos peligrosos. Afortunadamente, este ambiente es muy compatible con ese refrán que dice que dos cabezas piensan mejor que una. La fórmula ideal está en entender que un miembro de la pareja cuida al otro y viceversas. Por eso, cuando algo puede fallar y la unión entre ambos los vuelve vulnerables a un despliegue de ira o de celos, al menos en alguno de los dos, tiene que caber la prudencia. Si una tormenta se avecina, más vale abortar la misión, despedirse en calma y discutir el problema en privado y en un ambiente adecuado. 

  • Compararnos con los demás

     El swinging es para nosotros y para nuestra pareja. Para nadie más. Sin embargo, requiere de otras personas que compartan con nosotros cama, deseos y fantasías. Esto trae una de sus principales ventajas, la oportunidad de compartir con otros aspectos que, usualmente, nadie comparte. La variedad es una de las principales joyas de este ambiente. Sin embargo, mal entendida, en lugar de ayudarnos a crecer, de permitirnos conocer más sobre nosotros o nuestra pareja o de enseñarnos nuevos horizontes, puede despertar nuestros complejos y paralizarnos. Hay quienes follan mejor que nosotros. Hay quienes tienen más dinero. Hay quienes están en mejor estado físico. Hay quien sabe secretos que nosotros no conocemos. Es un hecho incuestionable. Una buena estrategia está en considerar todo esto como una ventaja y aprovecharla en nuestro favor. ¿Cuánto podríamos aprender de los demás, si en lugar de estar compitiendo por ver quién la tiene más grande, simplemente conversamos?

  • Beber demasiado

     Una buena parte de la vida swinger transcurre relacionada con el alcohol. El trago nos ayuda a socializar y nos vuelve más desinhibidos. Todo eso está muy bien, pero hay que tener cuidado. Beber en exceso nos hace también imprudentes, poco simpáticos y además suele convertirse en un impedimento para actuar a la hora de la verdad. Cada quién sabe lo que su cuerpo aguanta y es buena idea mantenerse siempre en esos límites.

  • Ser descorteses con otros

     ¿Pero qué necesidad? Si al mundo feliz venimos todos a pasarla bien, ¿qué ganamos con maltratar o otros? Como en todo entorno social, habrá personas que nos caigan muy bien y otras con las que, de plano, nos parecen más pesadas que una vaca en las pestañas. La comunidad swinger es muy cerrada y, especialmente en México, todos nos conocemos. Así que, como decía mi madre, es mejor llevar la fiesta en paz y ser amigable con todos. Saludar, sonreír y conversar no comprometen y no nos cuesta nada. En cambio, ser protagonista de algún desaguisado podría provocar que otras parejas con las que podríamos congeniar, prefieran sacarnos la vuelta antes de ser víctimas de alguna grosería.

  • Tocar a otras personas sin pedir permiso

     La atmósfera relajada y nuestros propios deseos pueden nublarnos el juicio y convertirnos en el tipo de persona que detestaríamos encontrar. A algunos hombres les parece fácil tocar sin preguntar, bajo la premisa de que todos estamos aquí para lo mismo. No es verdad, no todos buscamos lo mismo ni tenemos el mismo nivel de comodidad con algunas situaciones. A algunas mujeres, les parece imposible pensar que otras chicas no sean bisexuales o no se mueran de ganas de jugar con ellas. Seguramente, si los demás quieren jugar con nosotros, una aproximación menos agresiva también dará resultado. En cambio, ser intrusivos puede provocar incomodidad y arruinarle el momento a alguien más. Creo que la regla es: no hagas nada que no quieras que le hagan a tu pareja.

  • Contactar a otros sin informarle a nuestra pareja o a escondidas de la pareja de la otra persona.

     Error de novatos y de máxima vulgaridad. Es muy importante no perder de vista que las prácticas swinger nos ayudan a fortalecer nuestra relación de pareja. Ésa es la principal ventaja, construir relaciones en las que la mentira no tenga razón de ser. Sin embargo, hay quienes, llevados por el deseo, se cuentan la historia de que “no se pueden contener” y de que tal o cual persona son “tan especiales” que merecen ser la excepción. Nada vale más que nuestra relación de pareja. Si nos encontramos en el borde de esa excusa simple a la que algunos llaman “enamoramiento” hay que parar todo en seco y volver a definir términos en nuestra propia casa. 

      Por otro lado, contactar al cónyuge de alguien más sin avisar a los otros involucrados puede tener su origen en un error honesto. Tal vez, al hacerlo no había mala intención o no se pensaba que pudiera hacerse un daño. De ahí el dicho de no hacer cosas buenas que parezcan malas. En la convivencia entre dos personas existe muchísimo espacio para malos entendidos, habrá que imaginar entonces cómo se multiplican las posibilidades de conflicto cuando involucramos a dos más. Para evitar situaciones de este tipo, Mariana y yo hemos encontrado que hacer grupos de WhatsApp que incluyan a las dos parejas protege a todos de malhadadas incertidumbres.

  • Tratar de resolver los problemas matrimoniales de otros

     Cada quien sabe cómo maneja los conflictos de su vida matrimonial. Sin embargo la intimidad que encontramos con otros en el estilo de vida swinger puede fácilmente confundirnos y hacernos pensar que tenemos un rol en su vida distinto al que tenemos. El principal riesgo de intervenir en los problemas matrimoniales de los demás es que quedemos nosotros mismos atrapados en asuntos que, en realidad, poco o nada tienen que ver con nosotros.

  • Confiar en lo que se ve muy fácil

     La comunidad swinger está formada, en general, por gente buena y generosa que se cuida entre sí. Pero no todos los que se dicen swinger, lo son. Las redes sociales facilitan muchos tipos de estafas que se hacen en nombre del medio. No, no existen en tu zona “mujeres ardientes y solitarias que quieren sexo sin ataduras”. Los liberales nos movemos en clubes, fiestas y páginas que garanticen nuestra discreción y seguridad. Invertimos dinero y tiempo en ello porque nos parece valioso. Si una oferta parece demasiado tentadora, habrá que ser un tanto cauteloso. No pretendo generar una paranoia descontrolada, pero todo el tiempo vemos en Twitter historias de gente que creyó en la buena voluntad de alguna pareja, o chica y se topó con una mala sorpresa.  Para eso están las páginas como SDC.

Arte erotico de Sacha Chimkevitch
Sacha Chimkevitch (1920-2006)

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About the Author: Diego el de Mariana

Diego y Mariana son una pareja swinger mexicana aficionada a contar sus historias y a compartir sus aventuras en el estilo de vida sw. Los autores detrás de "Jardín de Adultos", "¡Mariana no da consejos!", "Breve Manual para Swingers" y otros muchos proyectos dirigidos a dar información sobre el ambiente liberal y a fomentar una cultura de diversidad, sexo positivo, y educación responsable.

4 Comments

  1. Hola, mi nombre es Miguel Tengo 45 años y mi esposa 43. Estamos juntos hace 15 años y tenemos una muy buena relación. Pero, por supuesto luego de unos cuantos años la vida sexual se vuelve un poco monótona y es por eso que nos da curiosidad conocer algo del mundo swinger. No tenemos nada de experiencia y quisiéramos ir de a poco y a lugares confiables donde podamos descubrir y pasarla bien. Dónde podemos conseguir información para saber el lugar adecuado para comenzar? Vivimos en la colonia Nápoles. Muchas gracias y saludos, Miguel

    1. Te puedo recomendar Lupita aroma su anfitriona los recibe en la entrada y les explica. Cuando acudí yo me dio mucha tranquilidad de que nadie te presiona.

  2. Creo que se nace y se hace Sw. Cuando era soltero y joven nunca imaginé tener mentalidad swinger. ya tenemos casi cuarenta años de conocer nuestros cuerpos mi esposa y yo, y todavía ella no quiere entrar al mundo SW.

  3. Mi esposa y yo estamos deseosos de conocer y experimentar encuentros sexuales en Quito, Ecuador.

    Alguien puede recomendarnos alguna aplicación, lugar o sugerencia de este mundo en mi país?

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