La etiqueta de la orgía: Protocolo de playroom

Tocar o no tocar y cómo tocar en el playroom

  • Cómo abordar a otras parejas en medio de una orgía sw
  • Manual de urbanidad para libertinos
  • Lenguaje corporal para swingers
  • Lo que sí y lo que no del sexo grupal
  • Playrooms swinger, normas.

¿Se puede tocar a otros en el playroom de un club swinger?

Mi amiga me hizo saber una queja que hace unos años, difícilmente hubiera creído genuina y ahora me parece tener todo el sentido. Entra con su marido a jugar al playroom y es tocada indiscriminadamente por varias personas. El problema no son los hombres, dice. Aparentemente los varones estamos un poco más domesticados, ya. Su reclamo va, específicamente en contra de mujeres a las que les parece imposible pensar que otras chicas no quieran jugar con ellas. “No es no”, todo el mundo lo sabe, pero es poco factible decir que no cuando ni siquiera te preguntan.

     Por otro lado, su marido, en una fiesta en su casa me dice que no quiso probar hacer de tercero en un escarceo que protagonizábamos una mujer que no era Mariana y yo porque no fuera siendo que su presencia nos incomodara.  Me pareció un absurdo, su presencia nunca nos hubiera incomodado, mucho menos considerando que vinimos a su casa a jugar. Obviamente, los dos contextos son completamente opuestos. En el primer caso hablamos de desconocidos y en el otro, de una reunión que se diseñó entre un selecto grupo de amigos en los que todos tienen un sello de preaprobación. Sin embargo, las dos anécdotas dejan claro un vacío de información que, al menos en la comunidad mexicana, no hemos sido capaces de llenar: ¿Cuáles son las reglas respecto a tocar en el playroom de una fiesta swinger?  Aunque hemos dicho antes que la cortesía liberal es un tema de sentido común, también es cierto que el fragor de un cuarto oscuro puede ser desconcertante.

      En otras partes del mundo, la etiqueta de playroom es rigurosa y a todos los asistentes, en un momento o en otro, se les explica cómo proceder en caso de querer tocar a otras personas. En Estados Unidos, la cultural del disclaimer ayuda particularmente en este tema. Los mexicanos tenemos una relación, digamos peculiar, con las normatividades y, en estos casos, somos más de usos y costumbres que de legislaciones específicas.

¿Cómo aproximarse a otra pareja en el playroom?

En algunos lugares se aconseja preguntar específicamente si se puede o no. En otros, se asume que demasiada claridad arruina el erotismo del momento  y la regla es simplemente no tocar nada que el traje de baño cubriría esperando, posteriormente, que la que la mano sea o no removida. A mí, esa política me parece adecuada, pero yo, como no soy tan sexi, nunca he tenido que alejar de mi hombro veinte manos en una sola sesión al tiempo que me afano en mi propio placer y en el de la persona que está conmigo. Así que no puedo imaginar del todo la incomodidad de una mujer que tiene que intercalar constantemente la felación con el espantamosquismo. Simplemente, supongo que es mayor a la tolerable.

     ¿Habrá algún punto intermedio? ¿Qué tal la mirada? Podemos acercarnos a una pareja que juega y esperar pacientemente el contacto visual. Luego, pedir autorización verbal y esperar la reacción de los implicados. Pista: si el contacto visual no existe, es casi seguro que la pareja en cuestión no quiera nada. El punto es mantener el equilibrio al ofrecer nuestra participación sin perturbar la armonía de los demás, estando siempre conscientes del impacto que nuestras acciones tienen sobre otros. Como en muchos otros aspectos de la vida swinger, la respuesta está relacionada con la empatía.

Los mensajes de la geografía.

Hay otros aspectos que vale la pena saber leer para decidir la forma más apropiada de acercarse a otros. Los playrooms casi siempre ofrecen distintos espacios, y las parejas se ubican en ellos de acuerdo a su nivel de comodidad con la cercanía de otros. Claro, con excepción de esas ocasiones en las que la multitud de cuerpos sólo deja disponibles algunos rincones, la pareja que se sitúa en la esquina más recóndita o que usa los muebles en donde no cabe nadie más, difícilmente busca la participación de otros. Acercarse a ellos requiere especial cautela.

     La cama central, por el contrario, suele ser el espacio ideal para ser vistos, pero además, en la medida en la que ahí caben muchas personas, se asume que otras parejas también la ocuparán. Ojo, eso no quiere decir que quien se encuentra ahí quiera jugar con todos, pero sí da luz sobre la proximidad con la que están dispuestos a tratar.

El contexto en el que se lleve a cabo el sexo grupal tiene mucho que ver

     Es importante ser sensible y estar abierto a interpretar las condiciones en las que nos encontramos. Siempre, la cautela será más apreciada y es preferible pecar de consideración excesiva que de franca impertinencia. El punto es comprender que un playroom en una fiesta pública es un entorno que nos hace vulnerables (Posiblemente por eso son tan excitantes). Entonces, es central que nadie se aproveche de esa vulnerabilidad y que nos haga sentir francamente invadidos.   Evidentemente, en una fiesta privada, en la que todos nos conocemos y compartimos cierto nivel de intimidad, los códigos podrán ser diferentes. Se vale y hasta es recomendable preguntar a los anfitriones cuál es la etiqueta adecuada para el lugar específico.

Establecer contacto no significa que todo está permitido.

     Supongamos que una pareja hizo clic con otra. Supongamos que se encuentran sobre el mismo colchón. Supongamos que la geografía, las miradas, el consentimiento y los astros se alinearon para permitir el juego grupal. Hay que considerar que, de todas formas, no todos los libertinos jugamos igual ni tenemos los mismos límites. A partir de ese momento, hablar y decir las cosas con todas sus letras en fundamental. Lo considerado es no asumir nada, y es tan importante pedir autorización para proseguir como expresar abiertamente cuando no se quiere algo. En estos casos, hay que aprovechar lo sensual que resulta hablar a alguien al oído.

     Dejarse llevar es parte esencial del erotismo, pero no es lo mismo dejarse arrastrar por la corriente en un barco sobre el río que en un barril cerca de las cataratas. Mejor en un barco.

Resumiendo: Mejores prácticas para tocar en el playroom y para interactuar con otros.

  • Entérense de las reglas propias del lugar.
  • Lean señales como la ubicación en el espacio o la disposición física.  
  • Comiencen por hacer contacto visual.
  • No se acerquen tanto que terminen por “encerrar” a la pareja a la que pretenden abordar.
  • Mejor pedir permiso que pedir perdón.
  • Sean sensibles a otras formas de decir que no. No todos los nos son verbales.
  • Eviten insistir. No está padre.

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About the Author: Diego el de Mariana

Diego y Mariana son una pareja swinger mexicana aficionada a contar sus historias y a compartir sus aventuras en el estilo de vida sw. Los autores detrás de "Jardín de Adultos", "¡Mariana no da consejos!", "Breve Manual para Swingers" y otros muchos proyectos dirigidos a dar información sobre el ambiente liberal y a fomentar una cultura de diversidad, sexo positivo, y educación responsable.

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