Dillon Boy es una especie de Roy Lichtenstein contemporáneo que ha encontrado en el graffiti su principal estética. Su trabajo consiste en recodificar iconos de la cultura pop y utilizar tanto técnicas de arte callejero como de collage. Su serie Dirtyland se ha vuelto muy famosa en últimas fechas porque lleva a las sensuales princesas de Disney por un recorrido sórdido hacia la estética del porno setentero. Llama la atención porque es visualmente muy grato, pero impactante en niveles más racionales de interpretación. Técnicamente, su portafolio también es interesante por el manejo de las texturas y la agresividad en el alto contraste de los colores. Son imágenes extraordinariamente bien logradas que se quedan por mucho tiempo en la mente del espectador.
Su sitio web oficial se encuentra en construcción: http://dillonboy.com/