Pinturas pornográficas
El sexo como debe ser
Todo es fiesta y celebración en los trazos de Szekely. Este ilustrador de la primera mitad del siglo XX retrata sin reservas un mundo orgiástico y sin pudor. En él, el sexo es una excusa para la libertad y para la imaginación. Lo que pueda ocurrir en el interior de la mente, puede externarse alegremente y sin filtros ni temores, para demostrar que, en la cama, todos somos, igualmente humanos.