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| Vibrating Support Plus Pleasure Point Ring: CalExotics |
…y en cuanto en regresamos de las largas vacaciones apareció en nuestra puerta nuestro primer regalo. Resulta que California Exotic Novelties, tuvo la delicadeza de enviarnos por correo un lindo juguete para que probar. Con el largísimo nombre comercial de Vibrating Suppot Plus Pleasure Point Ring, se trata de un artículo tan sencillo como eficiente: Un anillo de flexible material se sujeta al pene y es coronado por un cilindro masajeador que convenientemente posee irregularidades. Éste es atravesado por una balita vibradora del tamaño de un encendedor Bic. Cuando Mariana ve balitas vibradoras pierde la cabeza, y entonces fue necesario convencerla de no echar en saco roto el anillo con masajeador y, antes de tomar decisiones apresuradas, probar el artículo tal y como fue diseñado.
Antes de usarlo lo lavamos (un poco por higiene otro poco para ver que tan cierto es lo water-proof.) Sobrevivió sin problema y con la pildorita metálica tan activa. Así que procedimos con nuestra oficialmente primera sesión de sexo experimental. El anillo, además tiene un par de soportes de acero inoxidable. Aparentemente eso ayuda a mantener la erección, pero no acabo de entender cómo lo hace. Más interesante es que cuando el vibrador se activa, se acompaña la penetración de un sensual masaje clitórico, suficientemente bueno, ambos estuvimos de acuerdo, para los primeros minutos de la sesión amatoria.
Así, y siempre manteniendo nuestra objetividad científica decidimos intentar varias posiciones. Con el misionero mi cuerpo presiona más y eso hace que la vibración sea más intensa. Penetrando desde atrás se estimula la mágica zona del perineo y cuando girábamos el anillo para buscar otros puntos de contacto los resultados eran divertidos. Al cabo de un tiempo, de rigurosa investigación sucedió lo que tenía que suceder.
Ya lo he dicho antes, a Mariana todo lo que se agita y brilla la vuelve loca. Y como estando loca no se puede proceder con un estudio detallado optó por quitarme el juguete, (sin lubricante, eso duele un poco) y separó el vibrador de su funda de flexible material. Se trepó sobre mí a horcajadas e hincó la bala entre sus piernas, entonces inició un ritual que me fascina: contar la larga fila de orgasmos que se acumulan en su sexo mientras ella se agita y brilla con las manos en mi pecho y las rodillas a mis costados.
