No hay noche de luna clara. La puta de los poetas esta presa entre nubes que araña enferma de lluvia y ausencia. Estamos tu y yo… inmersos en un requiebro desconocido de la realidad. No tengo armas en esta taquicardia que me desmadeja cuando te miro o recojo en mis labios tus suspiros sabiéndolos míos.
Las velas devoran la solidez de este aire que nos rodea, el cosmos serpentea en destellos áureos en tus retinas, y se me desmenuza por momentos la coraza de apatía con la que me he travestido para sobrevivir.
Vibro al son de la tormenta que golpea los ventanales de este salón en penumbra. Se tambalea mi cordura mientras numero pasos hasta acercarme a ti… Me fragmento en partículas vulnerables a la corrosión. Percibo tu pecho bombeando vida tan cerca de mi piel herida que no se si debo llorar o reír.
Notas graves distorsionadas como un lamento cadencioso y mi voz tarareando todos sus secretos entre lagrimas que barren telarañas en este ahora que se expande eterno. Maldita canción, que me arranca de cuajo todas las arterias.
Joder, me temo al compás que te susurro deseos blasfemos de dulzura y te tatuó a fuego un Te quiero…
Por Josune en: Vaginarium