Y de repente me llega un mensaje a mi móvil :
“Estoy muy caliente, te necesito aquí y ahora.
Te espero en mi casa”
Desde luego nuestro último encuentro en el hotel había sido algo inolvidable para ambos. Y ella por lo visto quería repetir experiencia, quizás un poco pronto para mis planes. Puesto que quería que mi sumisa estuviera mas tiempo sin mí. Lo que resulto totalmente curioso y el cual accedí a ir, fue que el encuentro se realizara en su casa. Siempre habíamos escogidos sitios que no tuvieran nada que ver en nuestro entorno, para que ninguno de los dos pudiera sentirse cohibido.
Así que cogí el coche y me dirigí a su casa. Nada mas llegar, toqué al timbre y me respondió con una voz cálida y melosa. Al abrirme la puerta de su casa llevaba puesto un camisón claro y amplio. Me quedé mirándola fijamente un rato antes de pasar. Ella se reía tímidamente y me ponía un cara como de no aguantar mas la espera.
– ¿Quieres algo de beber?- me preguntó al entrar.
– La verdad es que estoy un poco sediento…
por Eco en: “Noches Ardientes”