…Pero a medida que mi sucia mente le daba más vueltas, mas perrona me ponía, y que coño! decidí que en esta vida hay que probarlo todo, y que no me irian nada mal unos ingresos extra imprevistos! Así que, sin más miramientos, tomé la decisión de practicar sexo a cambio de dinero, por primera vez…
Las piernas me temblaban, no sabía si era por los nervios de la experiencia que estaba a punto de vivir, o por miedo o simplemente por la propia adrenalina que fluía por mis venas como un torrente de deseo, morbo, vicio y lujuria…
Por Paty en El Rincón de Paty